En busca de un acuerdo que nos permitiera plasmar una realidad viviente en el inconsciente, allí donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. Esto no es una representación sino una comunicación vital directa del ser interno en explosión de ideas con el todo, expresado en las cualidades significativas del azar y del fluir de pensamientos, en el que el deseo de interpretar se convergen en un mutuo acuerdo de dos mundos diferentes, sin la intromisión censora de la conciencia.
ALBERTO JOSE ESPINOSA
EVELYN FLOREZ BASTOS
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